TELEVISIÓN Y NIÑEZ ¿DEMASIADO, SUFICIENTE O POCO?

Los niños chilenos ven un promedio de tres horas de televisión al día, según estudios locales. Estos abultados índices serían aún mayores en las ciudades más pobladas y entre lactantes y pre escolares, porque sus padres y cuidadores los instalan frente a las pantallas por largas horas, a fin de tenerlos quietos mientras ellos realizan las diferentes actividades del diario vivir.

Además de ello, el Consejo Nacional de Televisión ha señalado que entre los niños de 4 a 12 años casi el 25% del tiempo que están frente a la pantalla chica, lo hacen en horarios en que se presentan programas inconvenientes para su edad. Las consecuencias son obvias, si nos preguntamos por qué aumentan sostenidamente los comportamientos antisociales en edades cada vez más tempranas.

Los familiares adultos somos en gran parte los responsables de estas falencias, porque creemos injustificadamente que el niño no estará tranquilo si no está pegado al televisor. Los desafío a que hagan una prueba: cómprele a su retoño un juguete básico, como una muñequita de género o un camión de madera según sea el caso; se sorprenderá por cuanto rato el niño está embelesado en un reino lleno de fantasías. Ahora, si Uds. participan un poco de este juego, la fascinación del niño se mantendrá por días, con la enorme riqueza de que ustedes serán partícipes de este mundo. Para qué comentar en lo interesante que será dedicarles un rato a entretenerlos con las marionetas de guante; se producirá una tremenda comunicación con el niño y nosotros desarrollaremos una insospechada capacidad comunicacional.

Siempre opte por lo simple. Los niños pueden aprender mucho con juegos, juguetes y libros sencillos, porque le dan más espacio a la imaginación e inducen a relacionarse con otras personas. Asimismo, trate de no dejarse seducir por juguetes aparatosos y los DVD de moda que son anunciados como lo mejor para el niño, porque no ofrecen otra cosa que un desmedido afán de lucro.

Bueno, tampoco se piense que sea un fundamentalista que demoniza la televisión. Ésta tiene una cabida importante para contribuir al desarrollo armónico de la personalidad y de la información del niño, siempre que se consideren algunos aspectos, como:

Los niños menores de dos años debieran ver muy poca televisión. Se contribuiría a minimizar los problemas derivados del sedentarismo y los provenientes de la carencia del hábito y del placer de leer.

Los papás debemos saber lo que el niño está viendo.

Hay que dedicar unos minutos a conversar con el chico / chica sobre lo que está viendo. Ampliará la visión del infante.

Si el niño hace preguntas acerca de lo que ha visto, los papás y cuidadores tenemos la obligación de dar respuestas claras y precisas a sus interrogantes.

Evite que el pequeño se duerma con el televisor encendido. Lo salvará, más adelante, de crearle una dependencia.

Siempre trate de reemplazar la televisión comercial por vídeos acordes con la edad del niño, prefiriendo aquéllos que permitan interactuar con el hijo / hija.