LOS NIÑOS CON TOS: IMPORTANCIA DE LA KINESIOLOGÍA
por Karina Venegas, Kinesióloga
El niño se alivia mucho
con la kinesioterapia
Este invierno, con sus días fríos y cargados de smog se nos presenta amenazador para la salud respiratoria de los niños. Si a ello agregamos la endemia de los diferentes tipos de gripe, los virus emergentes y las bacterias que tradicionalmente enferman el aparato respiratorio, la situación se vuelve alarmante.
Es debido a ello que un niño que hasta este momento goza de buena salud, bruscamente puede presentar tos, fiebre, respiración agitada, quejido y aleteo nasal por mencionar los síntomas más evidentes. Si el bebé tiene antecedentes de prematuridad, es menor de tres meses o padece de alguna dolencia previa, puede tener una neumopatía sin los síntomas típicos. En estos casos el decaimiento y el rechazo de la alimentación pueden ponernos sobre alerta.
En una situación así es conveniente consultar la opinión del pediatra, quien con una buena anamnesis, un adecuado examen físico y unos pocos análisis de laboratorio puede hacer el diagnóstico preciso e indicar el tratamiento adecuado.
Tanto para prevenir las neumopatías, como para asegurar un tratamiento exitoso es conveniente recordar ciertas medidas que parecen obvias, pero que suelen olvidarse. Por ejemplo, mantener las estufas limpias limpias, ventilar la casa al menos una vez al día, durante unos 15 minutos, evitar el contacto con personas muy resfriadas, asear adecuadamente los juguetes del bebé y, algo muy importante lavarse las manos con agua y jabón cuando llegue de la calle, antes de tomar al niño. Los fumadores deben abstenerse del tabaco en la habitación del niño como en las contiguas.
El cigarrillo es un enemigo declarado y engañoso de los bronquios y pulmones
En los niños con neumopatías virales los antibióticos no sirven. Para estos casos la kinesioterapia respiratoria y los broncodilatadores si el niño está obstruido son medidas extremadamente beneficiosas.
La kinesiología respiratoria, que es es una especialidad profesional que combina el arte y la ciencia en el tratamiento de las enfermedades que mencionamos, ayuda muchísimo en la mejoría del niño con una enfermedad broncopulmonar, porque atenúa y acorta la duración de los síntomas, revierte el daño potencial en la vía aérea fina, previene el colapso de segmentos o lóbulos del pulmón por secreciones que tapan los bronquios – la temida atelectasia- le enseña al paciente a expectorar mejor y, en general, contribuye eficazmente a mejorar la mecánica ventilatoria y la oxigenación del enfermo.