PROTEJA A SU HIJO DE LOS RIESGOS DEL SOL, DESDE AHORA!
Existe una necesidad creciente de proteger a los niños de los rayos solares, porque en la edad infantil los mecanismos naturales de protección al sol están muy poco desarrollados.
Consideramos oportuno hacer algunas recomendaciones, ya que en estos días de playas, piscinas y parques se produce una desusada exposición solar.
Los niños son los más sensibles a las radiaciones porque tienen la epidermis inmadura, haciendo posible que algunos rayos del espectro solar especialmente los rayos ultravioletas la dañen; ya sea afectando su elasticidad, activando algunas enfermedades reumatoides y, a veces, desencadenando el temido cáncer melanoma, a partir de un inocente lunar.
Históricamente, la intensidad de radiación UV fue baja o moderada, porque la capa de ozono que se forma en la parte alta de la atmósfera impedía que esta emisión siguiera su paso hasta nosotros. Antes de la masificación industrial existía un saludable equilibrio entre la producción y destrucción del ozono estratosférico. Pero, desde los años 70 en adelante, los gases industriales que contienen cloro-flúor y carbono y que son liberados irresponsablemente al aire, destruyen el ozono en la alta atmósfera. Así se ha ido perdiendo la armonía natural y cada vez hay más radiación ultravioleta que llega hasta a nuestra piel.
Aquí van una serie de recomendaciones sencillas y útiles que permitirán a los niños disfrutar de la vida al aire libre sin riesgos de quemaduras solares.
Para los menores de 1 año, que aún no caminan:
1 Acostumbrarlo a usar un sombrero con alas anchas, tipo chupalla
2 Vestirlo con una camiseta y shorts de algodón que le cubran más debajo de los hombros y las rodillas
3 Evitar sacarlo al sol entre las 11 de la mañana y las cuatro de la tarde
Así, sólo con vestimentas ligeras pero adecuadas evitamos la radiación en más de un 75% de la superficie corporal ¡Ningún bloqueador puede ser tan efectivo!
Para los que ya se bañan solos y juegan al aire libre
Para cuando el niño camine, ya estará habituado a usar un sombrerito, una camisetita y unos shorts de algodón.
1 Usar una crema de protección solar – bloqueador – que contenga un filtro contra los rayos ultravioletas que, en caso contrario, penetrarían a la piel.
2 Preferir aquellas cremas que tengan alguna resolución sanitaria que permita su comercialización en Chile. Muchas veces resulta más conveniente mandar a prepararlas como recetario magistral.
3 Fijarse en el factor de protección, que sea el adecuado para la piel del niño, porque no es lo mismo ser pálido o moreno ni estar en octubre o en marzo.
Este factor corresponde a la capacidad que tiene la crema para protegernos del eritema solar previo a la quemadura, lo que se mide en tiempo. Para los niños se recomienda un factor entre 30 y 50. Cuando se inicia la temporada estival, el niño necesitará cremas con mayor índice de protección solar, reduciéndose a medida que la persona se va tostando.
Es muy importante considerar el mecanismo de acción del bloqueador. Deben preferirse los filtros físicos a los químicos, porque son impermeables a la radiación solar, alejándola del cuerpo igual que un espejo refleja la luz. En este caso, el componente principal puede ser el óxido de zinc, el dióxido de titanio y la mica. Asimismo, los excipientes deben ser simples y claramente identificables, evitando el alcohol y los aromatizantes que por el riesgo innecesario y evitable de alergias cutáneas.
Otras recomendaciones
1 Aplicar el bloqueador una media hora antes de exponerse al sol
2 Extender la crema sobre la piel bien seca
3 Recordar que el bloqueador sólo es una ayuda. No substituye al uso de un gorro de visera amplia y a la ropa de algodón
4 En caso de mojarse o si la persona traspira mucho, volver a aplicar el bloqueador sobre la piel seca
5 Recordar que en los días nublados también debe usarse la crema protectora
6 Considerar la posibilidad de que el niño reciba algún medicamento foto sensibilizante, como algunos antiepilépticos, antihistamínicos y antibióticos, que aumentan los riesgos comentados
Bueno, es simple proteger a los niños del exceso de sol, ¿verdad?