CORONAVIRUS EN EL NIÑO
Como ya sabemos, en el niño la enfermedad por coronavirus se diagnostica menos que en el adulto porque muchas veces es asintomático o da síntomas leves como un resfrío. Esto se debería a que el germen tiene menos afinidad por el aparato respiratorio infantil si se compara con el adulto, porque sus células tienen sus membranas aún inmaduras.
Un caso diferente son los niños con alguna enfermedad pulmonar crónica o los recién nacidos de madres con la enfermedad. Estos sí pueden hacer una neumonía tan grave como la de los adultos.
El examen para detectar la infección se hace con un hisopado nasofaríngeo. Si el resultado es positivo, puede que el niño no se vaya agravar más, pero el hallazgo tiene importancia epidemiológica. Se pueden contagiar los adultos del entorno familiar, que sí pueden dar síntomas graves.
Como el resultado de hisopado ordinariamente demora 24 horas o más, el niño es enviado de vuelta a su hogar, en espera del informe, que se notifica a la casa del niño.
Lo que se les dice a los niños debe ser comprensible y prudente. A los niños ya mayorcitos hay que explicarles qué es la infección y los riesgos que tiene él y el resto de la familia. Esta es una buena oportunidad para reforzar hábitos en los niños, tal como enseñar a toser y estornudar en la curva de su brazo y lavarse frecuentemente las manos. Si se cierran las escuelas, usar los videojuegos que, por lo demás los conocen mejor que uno. Incentivar los juegos de mesa donde los adultos tenemos más cancha y si hay patio aprovecharlo con nostálgico trompo y luche.
El lavado de manos frecuentemente con agua y jabón es muy importante para evitar que el niño infectado contagie a los mayores. Éste debe durar 20 segundos a lo menos. El alcohol es muy efectivo sólo en el caso de que las manos hayan sido previamente lavadas. Eso sí, el alcohol gel es la mejor opción cuando no se puede lavar las manos con agua y jabón y cuando se tocan elementos metálicos o de plástico que otras personas pudieron haber tocado antes, como manillas, teléfonos, teclados, etc. También es recomendable enseñarles a que abran las puertas con la mano que no es dominante, ya que la diestra usualmente es la que nos llevamos a la cara.
El llamado distanciamiento social responsable, un término que incluye conservar una distancia de 1 metro con otra persona, la cuarentena de 14 días y evitar el contacto físico directo son medidas comprobadamente efectivas para evitar una posible propagación del virus.
Las mascarillas son muy útiles en el adulto. No así en el niño, que en general se las quitan o simplemente no las toleran. No se debiera usar mascarilla en la calle si no se está enfermo, ya que no protegen.
Por último, hay que ir preparando a la familia para la eventual infección de algún miembro. Si esto sucede, no hay que entrar en pánico y se debe consultar al médico. Éste indicará si el paciente debe ser hospitalizado o tratar sus síntomas en la casa.
Si se indica atención domiciliaria, se debe ubicar al enfermo en una pieza aislada con buena ventilación al exterior y acceso expedito al baño, en el que se deben extremar las medidas de aseo con soluciones de cloro (4 cucharaditas del tamaño de las de té por 1 lt. de agua).