ATRAGANTAMIENTO Y SOFOCACIÓN
Nos referiremos a la crisis de sofocación que se produce cuando un niño se atraganta con una comida sólida o con un objeto pequeño, como podría ser la parte de un juguete o una moneda. Se trata de una experiencia tremenda y dramática. Afortunadamente se pueden hacer algunas maniobras relativamente sencillas que facilitan la expulsión del cuerpo extraño que está asfixiando al niño, siempre que se realicen de inmediato.
Es una experiencia atroz tanto para el niño como para los mayores que acompañan a un bebé
Un niño que hasta ese momento saboreaba unos trocitos de pollo o el lactante que despreocupadamente se lleva a la boca una pieza de un juguete desmontable se pone abruptamente azul morado, jadea desesperadamente y tiene una afonía total. Si no hacemos los procedimientos correctos, puede morir asfixiado a la vista nuestra en cosa de minutos
La gracia de ayudar a la expulsión exitosa del cuerpo extraño es que lo podemos hacer con la sola ayuda de nuestras manos y unas pocas veces con respiración boca a boca
¡No hay segundos que perder!
Si el asfixiado por un cuerpo extraño es un lactante y éste está acompañado por uno o más personas grandes al momento del accidente, el primero de los mayores atiende al niño mientras el otro grita pidiendo ayuda o llama a un servicio de emergencia. Los más socorridos son el 131 (ambulancia local), 132 (bomberos del barrio) o 133 (carabineros)
¡Siempre hay que pedir ayuda!
El primer adulto toma al lactante y lo coloca en su falda boca abajo, y le da cinco golpes secos en la espalda. Si no expulsa el cuerpo extraño, lo da vuelta y lo coloca boca arriba, con la cabeza bien alineada y ligeramente más abajo que el tronco, y le da cinco masajes bruscos “hacia arriba” en la parte alta el abdomen, como se ve en las siguientes figuras.
Este procedimiento se sigue repitiendo, cinco golpes secos en la espalda seguidos de cinco compresiones ascendentes en la parte alta del abdomen, hasta la expulsión o hasta que el lactante pierda el conocimiento
Gran tranquilidad si el niño expulsa el cuerpo extraño. Rápidamente empieza a recuperarse, mejorando el color y apareciendo llanto o voz audible. Tal vez hayamos salvado una vida sólo con el auxilio de nuestras manos y procediendo ordenadamente
Si el asfixiado por un cuerpo extraño es un niño que ya camina, el reanimador se arrodilla y abraza al niño abordándolo desde atrás, pasando nuestros brazos por debajo de las axilas, como se ve en la figura que sigue
En esta maniobra se aplica la parte plana de un puño en el abdomen del niño, ligeramente sobre el ombligo y bien por debajo del esternón. Se refuerza el puño con la otra mano. Realice 5 compresiones con un impulso rápido hacia arriba y adentro. Cada compresión se efectúa con un movimiento bien diferenciado, con el propósito de liberar la obstrucción. Continúe con la serie de 5 compresiones hasta que el cuerpo extraño sea expulsado o el niño pierda el conocimiento
En pocas oportunidades estas maniobras no resultan. Si el niño está inconsciente, posicione al niño en una mesa firme y lisa, boca arriba. Grite pidiendo ayuda. Si hay alguien más mándelo a pedir ayuda (ambulancia, fono ayuda, emergencias, etc.), mientras Ud. prosigue con las maniobras que se describen a continuación, que están reservadas sólo para el lactante o niño inconsciente.
Ahora el niño está de espaldas, bien alineado. Se eleva la lengua tomándola “in toto” con la mandíbula para abrir la boca y la vía aérea y observar dentro de la boca o la faringe. Si ve con claridad el cuerpo extraño, extráigalo.
Nunca intente abrir la vía aérea ni realizar un barrido a ciegas si la víctima está consciente
Si el niño continúa inconsciente, extienda la cabeza, eleve el mentón y realice ventilación boca a boca, cubriendo boca y nariz. Inspire y sople asegurándose que el tórax de la víctima se eleve. Efectúe ventilaciones lentas de 1 a ½ segundos cada una
Si la víctima no se recupera, reposicione al niño, ventile boca a boca y efectúe 100 a 120 compresiones cardíacas en el próximo minuto, como se aprecia en la imagen
No debemos sentirnos sobrepasados. Muchos estudios han demostrado que un lego puede perfectamente hacer compresiones cardíacas de calidad contribuyendo a salvar cientos de víctimas en el mundo