INSISTAMOS EN LA LACTANCIA MATERNA
Dr. Fernando Ruiz-Esquide Espinoza
Neonatólogo, Pediatra, MBA Salud
La lactancia es un rasgo distintivo de nuestra condición de mamíferos y tiene un tremendo impacto en el desarrollo físico y psicológico de la persona. Pese a lo obvio de la afirmación, muchas sociedades modernas han sido hostiles con la alimentación natural del niño más pequeño, siendo Chile es uno de los países que más se ha contagiado con esta lamentable moda.
Es sorprendente que la OMS tomara cartas en el asunto tan tardíamente, ya que recién en el año 2001 encargó a una comisión de expertos revisar las ventajas del de amamantamiento prolongado, estableciendo que el tiempo óptimo de lactancia materna exclusiva es de 6 meses, porque asegura una menor incidencia de diarreas e infecciones respiratorias, además de las siguientes otras razones:
1) Mejor desarrollo psicomotor. Los niños amamantados gatearon mucho antes que sus homólogos alimentados con leche para terneros.
2) Menor mortalidad infantil cuando los niños son amantados más de seis meses, especialmente en países como el nuestro.
3) Rápida recuperación de peso pre-embarazo en las mujeres que seguían amamantando hasta los 6 meses.
4) Mayor tiempo de amenorrea si el niño es amamantando el 1er semestre, con lo que disminuye la posibilidad de concebir nuevamente.
5) Menores gastos, si se compara con la alimentación artificial.
Se afirma que la incorporación generalizada de la mujer al mundo laboral trae aparejado un declive de la lactancia. Sin embargo, cuando se analizan estudios que comparan grupos semejantes de madres que trabajan fuera del hogar con las que no lo hacen, se descubre que los resultados no son concluyentes.
Vistas así las cosas, revisemos los cuatro factores más importantes que relacionan la buena salud y el amamantamiento prolongado:
Morbimortalidad infantil
Estudios europeos han demostrado repetidamente que con una lactancia prolongada hay menos infecciones gastrointestinales y respiratorias en el niño menor.
Obesidad
La lactancia materna exclusiva por más de 6 meses disminuye el riesgo de obesidad en la adolescencia y en la mujer joven. Esta práctica puede ser un camino efectivo en el control de la epidemia de gordura mórbida que afecta a 1 de cada 5 escolares chilenos.
Desarrollo intelectual y estabilidad psicoafectiva
La mayoría de los estudios ha mostrado un mayor desarrollo intelectual en los adolescentes y adultos amamantados largo tiempo. A conclusiones semejantes se ha llegado al evaluar indicadores de estabilidad psicoafectiva y ausencia de morbilidad mental de tipo neurótica. Los ingleses han investigado sobre esto con seriedad sajona en 3.000 individuos a los que se les se les midió el coeficiente intelectual a los 27 años. Encontraron una asociación estadísticamente significativa en el coeficiente intelectual de los sujetos amamantados, por distintos períodos de tiempo con diferencias que los favorecían hasta en 7 puntos en el coeficiente intelectual.
Salud materna
La mujer que amamanta tiene la belleza propia de la maternidad, tan felizmente representada por los pintores renacentistas. Esta gracia, que ha resistido porfiadamente el snob, las tendencias de la moda y la publicidad impúdica, se empieza a imponer hoy como el ideal físico que quieren mantener muchas chilenas.
La naturaleza premia a la fisiología femenina disminuyendo hasta en un 7% el riesgo de cáncer de mama, cuando el amamantamiento es prolongado, dato muy relevante si se considera que este cáncer afecta a mujeres relativamente jóvenes.
Por otra parte, en muchas mamás que lactan hasta el 6° mes, se produce una redistribución mucho más armoniosa del tejido graso, con recuperación plena del índice de masa corporal
Recomendaciones
El mensaje es muy claro; hay que promover la lactancia exclusiva el primer semestre de vida y favorecer que entre esta edad y los dos años se mantenga la alimentación al pecho complementaria, porque ha demostrado grandes beneficios para la salud del binomio madre hijo.
A lo anterior hay que agregar el gasto en que deben incurrir las familias cuando el niño se alimenta con fórmula y no tiene acceso al Programa Nacional de Alimentación. Desembolsan unos $ 500.000 el primer año y, si el lactante desarrolla alguna intolerancia a la leche de vaca, pueden llegar a gastar hasta $ 2.000.000 en el mismo período.